jueves, 25 de noviembre de 2010

Las Marcas

    En la economía actual, uno de los principales paradigmas cuya naturaleza es estrictamente la de informar, es el de las marcas. Una marca configura toda una red de asociaciones de ideas, valores y experiencias que se suceden en la mente de las personas devenidas en consumidoras. Hasta la década de los setenta del siglo pasado, las etiquetas de la ropa con sus logos solían aparecer ocultas o como pequeños distintivos del diseñador; hoy en día eso ha cambiado, esos pequeños signos se han exagerado hasta llegar a confirmar el estilo de vida de quiénes las usan, transformandolos además, en ejércitos de avisadores ambulantes de los contenidos identitarios que supone adscribirse a las marcas. El capitalismo industrial propio del siglo XIX y comienzos del XX, se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en capitalismo cultural, y el poder simbólico de las marcas pasa a asumir una posición de preponderancia, el de ser portadoras de significados culturales colectivos, traspasados individualmente. 

    Las marcas, más que " marcas de productos" devienen en "marcas de conceptos o estilos de vida" que nos venden identidad personal o de grupo a quiénes las consumen. La unión a las marcas supone a su vez una adhesión a determinados valores, creencias y formas de ser que diferencian a quiénes se unen a ellas. Las ganas por poseer una identidad personal, muchas veces de forma enfermiza, nos vuelve consumidores de marcas. Digo de forma enfermiza pues el poder de la diferencia y la integración se mezcla de manera dinámica e indiferente alrededor de la comprensión del fenómeno de las marcas. 

    Las marcas nos ofrecen la seguridad de pertenecer a algo y tienen bastante más repercusión cuando los individuos están construyendo su personalidad, es decir, en la niñez y en la adolescencia, de ahí que las marcas hayan avanzado hasta llegar a las escuelas e institutos, lugares desde siempre protegidos del mercado. En esta economía tan globalizada como la que tenemos en la actualidad, donde es relativamente fácil fabricar productos idénticos a través de la subcontratación maquilladora, especialmetnte en las economías en vías de desarrollo, hace que muchas empresas consideren secundaria la fabricación del producto en sí y se centren en la tarea de la creación del espiritú del producto, es decir, en crear una "imagen" para la marca y de utilizar todos los medios a su alcance para llevarla con éxito a un mercado de personas insatisfechas y deseosas de alcanzar alguna pertenencia que les de la posibilidad, aunque sólo sea un placebo existencial, de poseer un valor simbólico

    Hay algo macabro en el fenómeno de las marcas, pero no dejan de ser insoslayables, la gente busca identificarse con ellas; las marcas se convierten en la plataforma adecuada para representar elaborados significados culturales y experiencia de vida. Los productos pierden importancia material, pero adquieren importancia simbólica. La idea de experimentar con emoción, cualquier cosa que se pueda compartir, manda hoy sobre la idea de adquirir objetos por si mismos. Los signos, en este caso las marcas, empiezan a pretender que tienen un significado; estas ya no van a ser más una manera de recordar lo que uno quiere comprar; se han incrustado en el esqueleto cultural de nuestra sociedad, son parte misma de nuestro sistema de ordenar las cosas, incluso construyen el contexto con respecto a quiénes somos y de que manera vivimos. Las marcas que usamos o que dejamos de usar construyen cuáles son nuestros valores, pero ellas mismas ya no son creadas simplemente por su publicidad, sino que se articulan por todo lo que hacen y por lo que nosotros los consumidores creemos que nos ofrecen. 

 

sábado, 20 de noviembre de 2010

El Sahara

    La semana pasada el ejército marroquí dirigido por su gobierno arraso el campamento de refugiados de El Aaiún, en el Sahara Occidental. Como se sabe este territorio fue colonia española hasta el año 1975, cuando tras la denominada "Marcha Verde" de ese año llevada a cabo por el Rey Hassan II y ante la inoperancia del gobierno español de turno, Marruecos ocupo de facto el territorio. Tras esta ocupación se produjeron en España los denominados "Acuerdos de Madrid", por los que nosotros renunciábamos a la posesión del territorio mientras que Marruecos y Mauritania se lo repartían, eso sí se estipulaba la obligatoriedad de celebrar un referéndum en el Sahara, donde la propia población saharaui decidiera su futuro. Estos acuerdos aunque son bastante malos fueron aceptados por la ONU, de forma que el referendum tenía que producirse si o si. Más tarde Mauritania renuncio a su "porción" del Sahara pero esa parte fue ocupada de forma inmediata por Marruecos. 

    La situación a día de hoy es la siguiente, el Sahara Occidental se encuentra ocupado de forma ilegal (con la connivencia de Occidente) por Marruecos, el cual no permite que se lleve a cabo el referéndum que exige la ONU, para que sean los propios saharauis quienes decidan que quieren hacer; Marruecos alega que si que lo quiere hacer pero no con el censo de población que tiene la ONU, sino con uno suyo, que esta más de decir que beneficia claramente a sus intereses; Marruecos ha llevado desde la ocupación la política de que los marroquíes se vayan estableciendo poco a poco en el Sahara (otra ocupación), para que si algún día se produce el referéndum estos "nuevos saharauis" puedan votar (ya que viven allí), y claro esta estos votaran porque el territorio siga perteneciendo a Marruecos; es una forma de cubrirse las espaldas. 

    ¿Y qué ha hecho nuestro gobierno ante lo acontecido la semana pasada en El Aaiún? El gobierno español en base a un falso dilema quiere justificar su silencio ante unos hechos gravísimos; no es verdad como opina nuestro gobierno que o bien se opta por garantizar el carácter estratégico de las relaciones con Marruecos o bien por condenar las atropelías del gobierno marroquí; por supuesto que hay un punto intermedio, lo que pasa que no se busca, porque no interesa o porque son unos ineptos. Precisamente como tenemos unas relaciones estratégicas con Marruecos, el gobierno debe de responder ante estos hechos tan graves, y no comportarse de forma farisaica como lo esta haciendo, además no es verdad lo que argumenta de que perderíamos mucho si las relaciones se estropean.

    Es verdad que España pagaría un coste alto pero Marruecos pagaría mucho más, ya que los riesgos a los que ambos países se enfrentan (se entiende que el terrorismo yihadista de Al Qaeda), en el caso del país norteafricano son más peligrosos; por eso es este el que más pierde si las relaciones se estropean, de manera que España tiene que aprovechar esta ventaja para decirle a Marruecos que por ese camino de la represión no va bien, porque lo que no puede ser es que en base a que se reconoce el papel importante que esta jugando en la estabilidad del Magreb, imponga sus opiniones en un territorio que ocupa en contra de la legalidad internacional y de los habitantes del mismo. 

     

lunes, 15 de noviembre de 2010

Características del Conocimiento Científico. Gino Longo

    El autor a través de una definición de ciencia por parte de Schumpeter, nos introduce en lo que para él es el conocimiento científico, es decir, la ciencia. Después de rechazar la definición de Schumpeter por ser estrictamente empírica, por no profundizar, nos habla de que el conocimiento consta de tres puntos principales; el primero sería que el conocimiento científico debe proporcionar una descripción pero sobre todo una explicación de la realidad; el segundo que dicho conocimiento no puede conformarse con cualquier explicación de la realidad, sino aquella que parte de sí misma, sin injerencias externas, e incluso llega a postular este segundo principio como el requisito para diferenciar lo que es ciencia de lo que no; el tercer aspecto nos dice que el conocimiento científico es solo una parte de la actividad humana, de forma que este nunca podrá ser considerado como un fin en sí mismo. 

    Para el autor el pensamiento y la acción van de la mano, pero esa unión no es directa sino mediata, siendo el conocimiento necesario para ella. Para actuar es indispensable un buen conocimiento de la realidad y la acción debe de ser el fin último del conocimiento, es decir, lo último que busque, porque la ciencia tiene como objetivo la búsqueda de la verdad de las cosas. Lo importante es la adecuación de los resultados obtenidos por la ciencia con la verdad y no su mayor o menor utilidad de actuación. 

    Desde el punto de vista del método también diferencia conocimiento y acción, ya que para él para que se de un buen funcionamiento de la praxis, esta se tiene que llevar a cabo de forma colectiva, y la investigación por contra de manera individual; todo esto es así porque la acción se puede plantear de forma grupal pero el pensamiento no. Que se manifiesten de forma distinta no quita que ambos sean fenomenos sociales, ya que al tener un cariz marcadamente social no pueden darse fuera de la sociedad humana. Para él los modos de desarrollar la acción no son los mismos que en el caso del pensamiento, de ahí que no nos podamos dedicar simultáneamente a ambas actividades, es decir, o nos comportamos como un hombre de ciencia (pensamos) o como un hombre de acción (actuamos). 

martes, 9 de noviembre de 2010

El Papa

    Este fin de semana ha estado de visita oficial en España, en las ciudades de Santiago de Compostela (por eso del año Xacobeo) y en Barcelona, su Santidad el Papa de Roma Benedicto XVI, y entre misa y misa ha dicho algo que viniendo de él y de la institución a la que encabeza (la Iglesia Católica) que no me sorprende nada, al revés si dijera lo contrario si que sería una novedad, pero que sin embargo me sigue cabreando cada vez que lo oigo. El Papa ha dicho que en España existe actualmente un anticlericalismo radical, en el que valores como la familia (la que ellos entienden como tal) o la vida se encuentran en peligro, ha pedido al Estado que actúe para protegerlos, y ha llegado a comparar el actual clima socioreligioso que se vive en el país con el que había en los años 30 durante la II República

    Lo primero este hombre (porque es un hombre aunque muchos ignorantes lo vean como una semidivinidad) no sabe o más bien no quiere saber que el estado español según su constitución se constituye como un estado aconfesional (este término es una ambigüedad típica de España, todo por miedo a definirse como LAICO), por el cual existe libertad de culto y no se debe privilegiar a ninguna religión (otra cosa es la realidad). Solo un ignorante irresponsable puede afirmar que en España se lleva a cabo a día de hoy un laicismo agresivo o que impera una clerofobia tan radical como la que existía antes de la Guerra Civil, la cual a lo mejor no se acuerda, fue el resultado de un golpe de estado militar apoyado por la jerarquía católica contra un régimen democrático. Como tengo a este Papa por un hombre inteligente y bien preparado no creo que sus declaraciones se deban a un desliz, sino que de alguna forma se cree lo que dice (lo cual no puede estar más lejos de la realidad), pero sobre todo me parece una estrategia que puede conducir a sembrar odios. 

    Desde que termino la dictadura pocos gobiernos han tratado mejor a la Iglesia Romana que el español; estamos en el siglo XXI, han pasado ya 35 años de la muerte del dictador y sin embargo no se han cancelado ni uno solo de los privilegios de los que goza la curia española, por ejemplo la situación de paraíso fiscal absoluto (con la excepción del IVA) en la que viven. Al contrario, en estos años incluso salen ganando, ya que el actual gobierno español ha establecido de forma definitiva el generoso sistema de financiación pública para la Iglesia Católica, y más aún, ha incrementado hasta un 34% lo destinado del impuesto del IRPF que el ministerio fiscal entrega a los Obispos por las declaraciones de renta de los ciudadanos-fieles que lo deseen. Otros ejemplos de generosidad pública hacia la Iglesia Católica, son la financiación por parte del Estado de colegios, clases de religión, capellanías, reconstrucción de templos, salarios de obispos, etc. 

    Si todo esto es anticlericalismo o laicismo agresivo, que sería de nosotros si en España tuvieramos un Estado confesional como el que teníamos en la época del nacionalcatolicismo; prefiero no saberlo. El Papa debería preocuparse por los casos de pederastia que cada vez en mayor número afectan a la Iglesia Católica por todo el mundo, e intentar erradicar la pobreza en el mundo, el cual debería ser su principal objetivo, en vez de dar sentencias (porque no son otra cosa) sobre el matrimonio homosexual, los métodos anticonceptivos, el aborto, la eutanasia,... así evitarían la creciente descristianización que se esta produciendo en Europa en estos momentos, que por otro lado parece que es lo único que les importa, el no perder fieles y con ello poder.