Este fin de semana ha estado de visita oficial en España, en las ciudades de Santiago de Compostela (por eso del año Xacobeo) y en Barcelona, su Santidad el Papa de Roma Benedicto XVI, y entre misa y misa ha dicho algo que viniendo de él y de la institución a la que encabeza (la Iglesia Católica) que no me sorprende nada, al revés si dijera lo contrario si que sería una novedad, pero que sin embargo me sigue cabreando cada vez que lo oigo. El Papa ha dicho que en España existe actualmente un anticlericalismo radical, en el que valores como la familia (la que ellos entienden como tal) o la vida se encuentran en peligro, ha pedido al Estado que actúe para protegerlos, y ha llegado a comparar el actual clima socioreligioso que se vive en el país con el que había en los años 30 durante la II República.
Lo primero este hombre (porque es un hombre aunque muchos ignorantes lo vean como una semidivinidad) no sabe o más bien no quiere saber que el estado español según su constitución se constituye como un estado aconfesional (este término es una ambigüedad típica de España, todo por miedo a definirse como LAICO), por el cual existe libertad de culto y no se debe privilegiar a ninguna religión (otra cosa es la realidad). Solo un ignorante irresponsable puede afirmar que en España se lleva a cabo a día de hoy un laicismo agresivo o que impera una clerofobia tan radical como la que existía antes de la Guerra Civil, la cual a lo mejor no se acuerda, fue el resultado de un golpe de estado militar apoyado por la jerarquía católica contra un régimen democrático. Como tengo a este Papa por un hombre inteligente y bien preparado no creo que sus declaraciones se deban a un desliz, sino que de alguna forma se cree lo que dice (lo cual no puede estar más lejos de la realidad), pero sobre todo me parece una estrategia que puede conducir a sembrar odios.
Desde que termino la dictadura pocos gobiernos han tratado mejor a la Iglesia Romana que el español; estamos en el siglo XXI, han pasado ya 35 años de la muerte del dictador y sin embargo no se han cancelado ni uno solo de los privilegios de los que goza la curia española, por ejemplo la situación de paraíso fiscal absoluto (con la excepción del IVA) en la que viven. Al contrario, en estos años incluso salen ganando, ya que el actual gobierno español ha establecido de forma definitiva el generoso sistema de financiación pública para la Iglesia Católica, y más aún, ha incrementado hasta un 34% lo destinado del impuesto del IRPF que el ministerio fiscal entrega a los Obispos por las declaraciones de renta de los ciudadanos-fieles que lo deseen. Otros ejemplos de generosidad pública hacia la Iglesia Católica, son la financiación por parte del Estado de colegios, clases de religión, capellanías, reconstrucción de templos, salarios de obispos, etc.
Si todo esto es anticlericalismo o laicismo agresivo, que sería de nosotros si en España tuvieramos un Estado confesional como el que teníamos en la época del nacionalcatolicismo; prefiero no saberlo. El Papa debería preocuparse por los casos de pederastia que cada vez en mayor número afectan a la Iglesia Católica por todo el mundo, e intentar erradicar la pobreza en el mundo, el cual debería ser su principal objetivo, en vez de dar sentencias (porque no son otra cosa) sobre el matrimonio homosexual, los métodos anticonceptivos, el aborto, la eutanasia,... así evitarían la creciente descristianización que se esta produciendo en Europa en estos momentos, que por otro lado parece que es lo único que les importa, el no perder fieles y con ello poder.
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