sábado, 16 de octubre de 2010

Reflexiones varias sobre el Sistema

    Hoy voy a hablar sobre una serie de temas que tienen mucho que ver entre si. El primero de ellos sería el déficit público, otro las agencias de calificación de crédito, también hablaré de la cuestión autoritaria de la sociedad española y por último de la participación de los jóvenes en la política. Me gustaría empezar por el déficit público, mejor dicho por la obsesión enfermiza de los Estados occidentales por tener déficit cero; es verdad que en el caso de Europa la Unión Europea obliga a sus miembros a no superar un umbral determinado (el 3% concretamente) y que no es bueno endeudarse en demasía, pero lo que no puede ser es que para reducir el déficit se baje lo destinado al gasto social (sanidad, educación, pensiones, subsidio de desempleo,...), porque en momentos de crisis económica como este que estamos viviendo en la actualidad, donde no se crea empleo o peor aún se destruye, ha quedado demostrado ( el New Deal de Rooselvelt en los años 30) que aumentando el gasto social y sobre todo el gasto en infraestructuras (lo que denominamos I+D+i) se genera empleo, de forma que se ahorrara en paro y los nuevos trabajadores empezarán a consumir conforme a su situación laboral, lo cual implicará un cambio en la tendencia económica. Lo que quiero decir es que si los Estados quieren combatir el déficit lo hagan de otra forma, porque por la que van reduciendo servicios al ciudadano de a pie, lo único que van a conseguir es machacar a aquellas personas que más están sufriendo por la crisis. 

    Aquí podríamos enlazar con el segundo tema, las agencias de calificación de crédito, como sería la famosa Moody´s; los Estados cuando incurren en déficit (los gastos superan a los ingresos) tienen que cubrir ese gasto extra con la emisión de deúda pública, para que particulares se la compren y así financiar su déficit, lo que pasa que los Estados tienen que pagar a estos particulares (que a veces pueden ser Estados) unos intereses y es aquí donde entran en juego las agencias de calificación, ya que estas ponen una serie de notas a los Estados para saber cual es su solvencia, es decir, su capacidad para pagar los intereses, y en base a no se sabe que elementos suben o bajan la nota sobre la deúda de un Estado. La relación con el déficit es que estas agencias obligan a los Estados a emprender una serie de reformas económicas (como ha pasado con España) amenazandolas con bajarles la nota, para que así tengan que pagar más intereses por la compra de su deúda, de forma que los Estados emprenden una política de reducción del déficit público en base a una reducción drástica del gasto social (como apunte anteriormente), porque sino estas agencias bajan su nota, es decir, declaran que ese Estado tiene sus dificultades para pagar los intereses generados por la compra de su deúda, de manera que los inversores no se la compran, y así estos tienen problemas para financiar su déficit con la emisión de deúda pública. Esto es lo que hay, aquellos que nos han llevado a la crisis, porque estas agencias como participantes en muchos bancos han especulado con la famosa "burbuja inmobiliaria", dictan a aquellos que tenían que haber impedido esto y ahora estar poniendo orden (los Estados) como hay que actuar ante la propia crisis; estas agencias son el centro mismo del sistema capitalista y ellas son quienes se lo han cargado, porque el sistema esta bastante podrido, pero mientras que los Estados se arrodillen ante los mercados y hagan lo que estos quieran, no se cambiarán las reglas de juego y peor aún se ahondará más en la crisis. 

    Esta es una de las razones por las que los jóvenes pasan de la política, no sólo a la hora de pertenecer a partidos políticos sino también el participar en las elecciones. Porque si las decisiones importantes se toman fuera del país, muchas veces no se sabe donde ni quién las toma, o se toman de forma coaccionada, para que sirve ir a votar o pertenecer a un partido. Pero la apatía de los jóvenes hacia la política no solo viene por esta vía, sino también desgraciadamente por otras; por ejemplo la propia corrupción que hay en el sistema, los mismos partidos están infectados de gente sin escrupúlos y viendo que no se hace nada por evitarlo, un jóven que tiene unas ideas de cambio se da cuenta que en ese mundo no encajaría; otra razón es que los partidos políticos no son democráticos en su funcionamiento interno (la ley de hierro de las oligarquías de Michels), por eso como se va a afiliar un jóven con su espiritú de cambio, un poco revolucionario, a una institución donde son cuatro los que toman las decisiones sin consultar con la mayoría, donde va a ir un jóven para que le "secuestren" sus ideas y tenga que tragar con lo que le digan si quiere avanzar en el escalafón. 

    Se me ocurre otra razón que enlazaría (en el caso de España) con el cuarto y último punto: el autoritarismo en nuestra sociedad; nuestra tradición política siempre ha sido autoritaria por lo que no dejaba lugar a la participación ciudadana, ni de los jóvenes ni de nadie, pero ahora que llevamos 30 años de democracia (un logro para nosotros) sería la hora de esa participación, pero esta es baja en el caso de los jóvenes, y esto ¿a qué se debe, si ya gozamos de libertad política? pues a que esto que llaman democracia no es más que una partitocracia, es decir, el poder no reside en el pueblo sino en los partidos políticos, que en base a un día hacen lo que quieren durante 4 años, por eso los jóvenes no participan de la política, porque no quieren contribuir al mantenimiento de este sistema. En cierto modo aún teniendo esto que llaman democracia (que no lo es) las reminiscencias autoritarias de nuestro pasado político y no político (sobre todo en lo relativo a las cuestiones de la moral) no nos abandonan, lo cual hace que nuestra sociedad siga siendo en cierta forma un poco autoritaria. 


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